Analizo a continuación el plan de
actuación sobre la victima de tipo activo-caso2- desde nuestro Proyecto
Educativo de Centro.
La gravedad del caso, pues esta alumna
es víctima de aislamiento y rechazo por parte general del grupo, ha surgido
durante este curso, después de mezclarlos en quinto de primaria (como establece
nuestro proyecto educativo). La alumna fue dando muestras de conductas
violentas que propiciaron su rechazo y, a la vez, su aislamiento grupal
aumentaba su espiral de violencia.
Por fortuna nuestro centro, inmerso en
un barrio de la periferia madrileña y con una gran variedad de culturas en nuestras
aulas, está muy sensibilizado con la búsqueda de una buena convivencia y un
clima de respeto hacia lo diferente. Nuestro PEC recoge un Plan de Convivencia
muy eficaz que es un documento de referencia para todo el profesorado que forme
parte de nuestro equipo docente. La Jefatura de Estudios se encarga de su conocimiento,
supervisión permanente y evaluación.
Entre las medidas concretas que
establece, destacamos tres porque mantienen su vigencia vertical, desde el
inicio hasta el final de la escolarización, y porque me parecen muy adecuadas
para el caso que nos ocupa.
Estas medidas o actuaciones concretas
son:
-
Las asambleas de clase
como actividad diaria en infantil y semanal en primaria. Son momentos de
diálogo donde se ensaya la escucha activa y el respeto y que tienen como
objetivos:
. Exposición de
conflictos y resolución pacífica de los mismos.
. Puesta en común de
sugerencias de nuestro buzón.
. Realización de
dinámicas de grupo establecidas y dirigidas por el profesor.
. Debates sobre
experiencias propias o temas de interés social.
El profesor tutor será el responsable
de dirigir y organizar estas asambleas y en las reuniones de nivel se
programará su contenido y finalidad.
-
El círculo de amigos es
otra medida vertical que irá haciéndose más valiosa a medida que los niños
ganen en madurez social y en empatía. El profesor tutor, desde el uso
generalizado del programa Soci-escuela, irá conociendo aquellos niños y niñas
pro-sociales
-
Cargos de responsabilidad en diferentes actividades y espacios: ayudantes para el
estudio, vigías de recreo, encargado del día… Estas figuras resaltan a cada
alumno según sus cualidades, que no tienen que ser únicamente intelectuales,
favoreciendo su autoestima y su integración en el grupo.
Atendiendo al caso que nos ocupa parece muy necesario un
estudio pormenorizado de aquellas medidas de integración que no han tenido resultados
y el por qué. Su diagnóstico nos obliga a adoptar acuerdos extraordinarios
entre todos los profesionales y la familia, coordinados por el profesor tutor y
el equipo directivo.
El profesor tutor procurará utilizar las asambleas como espacios de convivencia,
sentando estratégicamente a esta alumna protegida por los pro-sociales y por su
compañero preferido, le ofrecerá un papel especial en las dinámicas de grupo,
las cuáles serán favorecedoras de la participación, la desinhibición y el
conocimiento mutuo.
También le propondrá encargos
especiales garantizando su éxito con la ayuda del círculo de amigos. Cada prueba o reto personal superado será motivo
de reconocimiento grupal.
La evaluación del proceso es determinante para comprobar
la eficacia de las medidas. Las reuniones del equipo docente para determinar si
los conflictos disminuyen y se generaliza su plena integración en todos los
espacios es fundamental. Conviene repetir instrumentos como los sociogramas
para comprobar cambios fiables.
Como ven cuando un colegio tiene un PEC sensible a una
buena convivencia y unas actuaciones claras, precisas, consensuadas y evaluadas
para lograr estos fines, puede actuar de manera coherente y coordinada sin
dejar pasos a la improvisación. ¡Tenemos un plan y éste funciona!